Colosenses 3:18-19
Hoy, voy a
predicar a mí mismo. Yo necesito escuchar este texto que aunque es pequeño es todavía
muy pesado. Aunque son pocas palabras, se tratan de temas sumamente importantes
en la vida cristiana; la obediencia que Dios quiere de nosotros como sus hijos
adoptados y amados en Cristo. Se trata de los papeles que tenemos en la familia
y también en el trabajo como empleados y jefes. Y cada uno de ustedes necesita
escuchar bien a lo que Dios quiere de ti.
Hace dos
semanas vimos como se ve una iglesia sana y viva según la palabra de Dios.
Observamos que ser una comunidad de pecadores que se enfocan en la palabra de
Cristo y donde con sus miembros demuestren que el amor de Dios ha derramado en
sus corazones por tratar unos a otros en amor. Más que todo, una iglesia sana
demuestra el amor sincero y el enfoque en la palabra de Cristo en las predicas,
las canciones, y las pláticas antes y después del culto. Espero que no han
olvidado de esos frutos de una iglesia viva y sana porque son muy importantes y
debemos intentar mostrar más amor y más enfoque en Cristo. Pero, hermanos, no
les dije la imagen completa de una iglesia viva y sana.
Si quieres averiguar
si una iglesia es verdaderamente viva y sana, tienes que observar las
familias en lo cotidiano. También tienes que observar como todos manejan su
trabajo en el mundo como empleados o jefes. Hay que examinar como los miembros
están aplicando el evangelio a lo cotidiano. ¿Y porque digo esto? Hermanos, yo
se personalmente de mi misma experiencia que es muy fácil asistir la iglesia usando
una máscara. Es muy fácil portarse bien enfrente de otras solamente por unas
horas por solo un día de la semana. Pero, lo que es mucho más difícil es
escuchar el evangelio y la ley de Dios y llevarlo a cabo en tu hogar. En tu
casa están todos que no puedes evitar, aunque a lo mejor de vez en cuando
quieres. Tu pareja, tus hijos, o tus padres, siempre están ahí mirándote y ya
te conocen. Es mucho más difícil esconder tu identidad real alrededor de tu
familia en el hogar.
Además, es difícil portarse bien enfrente de tus
colegas en el trabajo día tras día. Se va manifestar a ellos quien eres de
verdad, solo en tiempo. Se manifiesta hermanos, se manifiesta. La obediencia a
Dios en lo cotidiano es lo que importa. Si quieres averiguar que una iglesia
está andando bien, tienes que visitar los hogares el lunes, el martes, el miércoles,
el jueves, el viernes, y el sábado. Y hermanos, por esta razón y otras más, las
iglesias reformadas han establecido la práctica de que los ancianos visitan las
familias en los hogares para averiguar cómo los miembros están aplicando el
evangelio a lo cotidiano.
Puedes decir
que eres miembro de una iglesia bíblica, ¿pero puedes decir que eres miembro de
una familia bíblica? Puedes decir que eres un cristiano que nunca faltas de
asistir la iglesia, ¿pero te comportas como cristiano en tu trabajo? Dios odia
a las iglesias cosméticas, que se visten bonitas solo un día de la semana pero
se comportan mal durante la semana.
Este texto,
hermanos, nos recuerda del hecho que nuestra fe cristiana no se puede dividir a
lo sagrado y lo secular. Aunque si existe esa distinción bíblica, el cristiano
tiene que vivir cada momento de su vida dignamente del evangelio.
Entonces,
esta mañana vamos a ver cómo debemos manejar esas relaciones más íntimas en la
vida dignamente del evangelio. Y recuerden que este texto es parte de una carta
completa. Pablo ya ha predicado el evangelio a los colosenses asegurándoles que
están perdonados en Cristo y que tienen nueva vida por medio de unión con él. Y
espero que se acuerden de esas verdades sobre las buenas nuevas mientras evaluamos
este texto ahorita. Porque tu obediencia al Señor es muy importante, pero no te
puede salvar. Solo Cristo te puede salvar, por su vida, su muerte, y su
resurrección.
Ok, ahora nos
fijamos en el texto. Vamos a evaluar el texto más o menos versículo tras
versículo. La estructura de los papeles es así, empieza con los que están bajo
un tipo de autoridad y luego menciona los que tienen autoridad. Esposas
sujetadas a sus maridos, hijos sujetados a sus padres, y siervos a sus amos (y
aquí podemos decir empleados sujetados a sus jefes). Hoy solamente vamos a
hablar del matrimonio.
Entonces, empezamos
con las mujeres. Pablo dice, “Mujeres, estén sujetas a sus maridos, como
conviene en el Señor.” Por decir mujeres, se refiere a esposas. Y dice que
las mujeres tienen que sujetarse a sus maridos. ¿Por qué? La biblia nos enseña
en muchos lugares que el marido es la cabeza del matrimonio. Dios ha entregado
al hombre la autoridad y responsabilidad de dirigir la familia. Ya sé que esto
no es muy apropiado hoy en día. Después del movimiento femenino, las mujeres
han logrado la misma autoridad en el mundo y aun en el hogar. Pero, les digo
que aquel logro cultural no es bíblico. Estoy feliz que ellas lograron más
honor y respeto, pero aprendemos desde el principio de la creación según la
palabra de Dios, que hay papeles fijos diseñados por Dios para el bien estar de
todos. Y cada papel tiene su propósito. ¿Y que es el gran propósito de la mujer
en el matrimonio según la Biblia? En Génesis 2, cuenta que Adán estaba solo en el
jardín. Y la respuesta de Dios a esto fue, “No es bueno que el hombre este
solo; le haré una ayuda apta.”
La mujer fue
creada en la imagen de Dios para ser la ayuda del hombre. ¿Pero, para
ayudarle en qué? ¿Cómo sierva casera? ¿Para preparar su comida, limpiar su
ropa, y lavar sus pies? No, que no. Esa es una interpretación mala de muchos machismos
que les gusta decir que son la cabeza de la mujer sin tomar en serio
su responsabilidad como cabeza. ¿En qué obra entonces debe ser su ayuda? Bueno,
hay que acordarnos del propósito de Adán en el jardín. Fue su responsabilidad
de ejercer el dominio y la autoridad sobre la tierra como un rey y guardar el
santuario del Señor, el jardín de Edén, de intrusos corruptos. Adán debería
haber sido un rey avanzando el reino de Dios sobre toda la tierra. Y Eva,
debería haber sido su reina para ayudarle en eso. Pero sabemos que fracasaron
en esta obra. Y solo Cristo pudo recuperar, restaurar y lograr lo que perdieron
ellos. Pero, Cristo todavía nos manda hacer una obra parecida diciendo, “Pero
buscad primero el reino de Dios y su justicia.” Entonces, todo hombre tiene la
meta de buscar el reino de Dios y cada esposa debe estar al lado de su rey, su
marido, para ayudarle trabajar en lo que Dios le ha entregado. La mujer debe
estar allí para fortalecerlo en su vocación para que trabaje en una manera
digna del Señor. Y ella debe ayudarle criar a los hijos en el temor y
reverencia del Señor en el hogar. No es decir que es necesario que ella este en
la casa sin trabajo afuera, pero ella debe estar primeramente sujeta a su
esposa para ayudarle Y una manera muy
importante que puede hacer esto es con el respeto.
Vamos a ver
que las mujeres necesitan el amor de sus maridos, pero en Efesios 5 Pablo dice
que “la mujer respete a su marido.” No dice que la esposa necesita amar a su
marido. Los hombres y las mujeres son diferentes. Hombres no necesitan escuchar
“te amo, te amo, te amo.” Lo más que
necesitan un hombre es el respeto. Todo el mundo puede odiarme y burlarse de
mí, pero si Ariana, mi esposa, mi reina, mantiene el respeto para mí, estoy
contento, estoy contento. Lo que ella dice sobre mí, importa mucho más que
cualquier otra opinión. Por esa razón, en el matrimonio, tienes que cuidar cada
palabra que sale de tu boca sobre tu pareja. Y recuerden mujeres que tu marido
necesita tu respeto. Pero tienes que
animarlo en lo bueno y advertirle de lo malo. La mujer debe ser una reina
activa. Es decir, una voz de razonamiento y sabiduría en cada circunstancia. Y
hombres, somos necios cuando no escuchamos a los consejos de nuestras esposas. Dios
te la ha mandado para ser tu reina sabia y ayudarte hacer decisiones y criar a
los niños y hacer la voluntad de Dios. Ella es tu ayuda.
Este papel de
ser una ayuda, sujeta al marido, es lo que se refiere Pablo por decir, “como
conviene en el Señor.” Esta es la voluntad de Dios para las mujeres en el
matrimonio. Y entiendo que esto es probablemente difícil escuchar para algunas
de ustedes aquí. A lo mejor estés pensando, “Tengo que sujetarme a este flojo
egoísta.” Bueno, espero que no piensas eso de tu marido. Pero, creo que la
única razón es difícil imaginar este tipo de obediencia que conviene en el
Señor es porque tu marido no te ama suficiente.
Entonces, ahora
continuemos con la exhortación a los maridos. Pero, antes de hablar de eso
quiero mencionar algo a los solteros. Si eres un joven y todavía no estás
casado o casada, debes estar preparándote para casarse. Debes orar para tu
pareja futura. Aunque todavía no sabes su nombre, Dios ya la ha escogido para
ti. Y también, tienes que buscar las escrituras para averiguar cómo se ve una
pareja bíblica. Y sepan que el matrimonio es algo muy muy dulce. Es un don de
Dios. Nuestra generación no le gusta el matrimonio y piensa que es mejor vivir
para sí mismo como soltero o soltera antes de casarse. “Porque el matrimonio es
como un cárcel” según el mundo. Pero según Dios, el matrimonio tiene un gran
propósito. Es para tu conformidad a Cristo, para tu santificación. El
matrimonio es un gran parte de la frase “todas las cosas” en Romanos 8:28 que
dice, “Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para
bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito. Porque a los
que de antemano conoció, también los predestino a ser hechos conforme a la
imagen de su Hijo.” En la soberanía de Dios, toda cosa que choca al cristiano
en la vida es para su bien, es decir para conformarlo a la imagen de Cristo. Y
el matrimonio es un gran ejemplo de esas cosas.
Y es por qué Dios
no te va a dar una pareja perfecta ni eres perfecto tú. Te conformará a Cristo
porque Dios no te va a dar una pareja perfectamente compatible. Y por esa razón
te va a enseñar a amar sin condiciones. Vas a aprender como perdonar a otro
cuando te duele. Y vas a aprender buscar lo mejor para otra persona. El
propósito de Dios en con el matrimonio es la conformidad a Cristo quien te ama
sin condiciones, te perdonó a un gran coste, y vino a este mundo para tu bien
estar eterno. Si quieres ser más como el, el matrimonio te va ayudar en eso. Es
un pequeño medio de gracia del Señor y debemos apreciarlo mucho más. Niños, no
lo evitan, prepárense para el matrimonio. Pero no debes andar en noviazgos
hasta que estés listo o lista para casarse. En serio. Los noviazgos de hoy en día
no son bíblicos. Hay que prepararte para el matrimonio.
Bueno, continuamos
con la exhortación a los maridos. Pablo dice, “Maridos, amen a sus mujeres y no
sean ásperos con ellas.” Vimos que las mujeres necesitan sujetarse a sus
maridos, pero la responsabilidad y obligación del hombre es más difícil. Aquí
no se anota tanto como en Efesios 5:25, escuchen, “Maridos, amen a sus mujeres,
así como Cristo amo a la iglesia y se dio a si mismo por ella.” Tenemos que
imitar el amor de Cristo para su iglesia. Y es un amor incomparable. Pero esto
es nuestra responsabilidad.
Si, como
maridos tenemos la autoridad de ser la cabeza y líder del hogar, pero no es una
autoridad tiránica. Nosotros tenemos que someternos a la autoridad de nuestra
cabeza, Cristo. Ya vimos en esta carta que Cristo es la cabeza de la iglesia en
capítulo 1 verso 18. Y la palabra de Dios es clara, necesitamos manejar nuestra
autoridad con el amor en vez de ser ásperos con ellas (es decir, en vez de ser
duros con ellas). Fíjense en esto, es muy difícil para las mujeres someterse a la
autoridad de sus maridos en el matrimonio porque no las aman como Cristo ama a
su esposa, la iglesia. Me imagino que todos nosotros queremos someternos a
Cristo en todo, ¿y porque? Es porque en amor inmerecido se dio a si mismo por
nosotros. Es muy fácil para una mujer someterse a su marido si es muy evidente
a ella que su marido la ama más que cualquier otra persona y cosa del mundo. Cuando
ella ve que te sometas a Cristo día tras día y estas dirigiéndola servir al
Señor en todo, pues, ella va a decir, “Puedo someterme a Él, y quiero ayudarle
buscar el reino de Dios.”
¿Pero qué
significa amar a tu esposa? Primero, necesitan entender algo muy importante. La
biblia nunca dice que tienes que amar a tus hijos y darse por ellos. Solamente
dice que ames a tu esposa así. Es un amor distinto. Es decir, si este casado, la
persona más importante en tu vida es tu esposa. Solo existe una persona que es
hueso de tus huesos y carne de tu carne. Los hijos son parte de ti, pero ella
está unida contigo como un solo cuerpo. Y lo que los niños necesitan más es saber
que “Papa ama a mama más que toda otra persona del mundo.” Ellos necesitan ver
que tu amas más a tu esposa, su mama, que a ellos. En serio. Esto es muy
importante. No sé si tienes memorias de pleitos verbales entre tus padres
durante tu niñez. Yo sí. No había muchos, pero todavía pegaron a mi memoria. Se
gritaban con voces fuertes y cada vez que ocurrió, me sentía muy mal. Me
escondía en mi cuarto, pusiste mis dedos en mis oídos, y me sentía inseguro y
triste. Hermanos, tus hijos están mirando a todo lo que hacen. Pero cuando tu
hijo o hija reconoce el amor distinto entre sus Padres, va a decir, “Papa nunca
va a salir porque ama a mama. Yo vivo en un hogar seguro, Papa ama a mi mama.”
¿Pero, como
se anota, como se expresa este amor distinto? Pues, en muchísimas maneras pero
quiero mencionar algunas. Ya decimos que un hombre no necesita escuchar “te amo
mi corazón” tanto como necesita escuchar de su esposa, “te respeto.” Pero las
mujeres generalmente necesitan escuchar esas palabras cariñosas. ¿Hombres,
cuantas veces dices “te amo” a tu esposa? No me digas, “Pero yo no soy así. No
me expreso así.” Ok, entiendo, pues arrepiéntete de eso. Tienes que amarla y es
muy importante que expreses tu amor por ella con tu boca. Como tú necesitas sus
afirmaciones sobre tu trabajo, ella necesita tus afirmaciones de tu amor con tu
boca.
También, en muchos
matrimonios hay una falta de comunicación, y generalmente es de parte de los
hombres. Hermanos, es muy importante que ves a tu esposa como tu ayuda, tu
reina entregada a ti para ayudarte a seguir a Cristo. Y por esa razón, tienes
que inclinar tus oídos a ella para escuchar y apreciar sus opiniones. Probablemente
ninguno de ustedes está tan duros con tus esposas en la casa que grita a ellas en
pleitos verbales. Bueno, espero que no. Pero también puedes ser áspero o duro
con ella por no respetar sus opiniones y no darle suficiente tiempo para hablar
contigo. Si intentas de dirigir la familia y haces decisiones sin su ayuda y sabiduría,
estas tratándola en una manera dura. Por ejemplo, como la cabeza de nuestro
matrimonio, tengo la responsabilidad de hacer decisiones para nosotros. Y siempre
debo consultar con Ariana antes de decidir. Si ella está de acuerdo conmigo, lo
hago. Pero si ella no está de acuerdo, esa debe ser como una bandera roja para mí.
No significa que siempre voy a hacer lo que ella me dice, pero en esos momentos
tengo que pausar y considerarlo con más oración y entender su razonamiento.
Bueno, hermanos,
es fácil predicar, es fácil evangelizar, y es fácil ir al trabajo. Pero es muy
difícil hacer esto, amar a mi esposa como Cristo amo a la iglesia y se dio por
ella. Muchos piensan si un hombre tiene un ministerio grande con mucha gente y
predica bien, aquel hombre es un hombre de Dios. Pero lo que importa más a Dios
es que amemos a nuestras esposas. Según la biblia, ni puede ser pastor, o anciano,
o diácono, si no eres un fiel marido que dirige bien su casa. Es triste que
muchos hombres se meten al ministerio y piensen que necesitan dejar a tras su
esposa y su familia para a servir al Señor. Es como decir, “Necesito
desobedecer a Dios para obedecerlo.” Y tengo que cuidarme de esto en el futuro,
si Dios me llama al ministerio. Es necesario que apreciemos más al matrimonio que
el ministerio de la iglesia. El matrimonio es tu ministerio principal.
Y concluimos con esto, recuerden que el
matrimonio es una demostración viva al mundo del evangelio. Nuestros
matrimonios deben ser salados con el evangelio. El mundo debe ver que somos
diferentes, que nosotros amamos sin condiciones, que las mujeres se someten a
sus maridos como la iglesia se someta a Cristo, y que los maridos aman a sus
esposas como Cristo amó a la iglesia y se dio por ella para salvarla. Hermanos,
sé que quieren que crezca esta iglesia. Quieren que alcancemos a muchos con el
evangelio puro. ¿Pero que tan sana y viva es nuestra iglesia? Si predicamos a
Cristo de las escrituras, y si cantamos canciones bíblicas, ¿pero son bíblicos
nuestros hogares? Esto es sumamente importante, si queremos que venga el reino
de Dios a través de esta iglesia, necesitamos familias fuertes y bíblicas. Y
recuerden que son bautizados en Cristo, que significa que están en unión con El
ya tienen todo necesario para obedecer a Dios en estas cosas.
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