Hace cuatro
año estuve en la Ciudad de México por 6 meses como estudiante de intercambio en
la universidad, UNAM. Rentaba un cuartito en el sótano de una casa cerca de la
universidad. Tenía dos compañeros de sótano, un chino y una japonesa.
Convivimos y hablamos mucho en español. Suena como el principio de un chiste, en
un sótano Mexicano vivían un gringo, un chino, y una japonesa y se hablaban en
puro español. Pero, no es un chiste. Lo menciono porque hablamos mucho
sobre la religión, especialmente el cristianismo. Un día hablaba con mi amigo
chino, de nombre español Santiago, y me dijo su razón principal que él nunca se
convirtiera al cristianismo. Me dijo, “Taylor, yo soy un chino, el cristianismo
no es para los asiáticos, es para los gringos y europeos.” Me sorprendió escuchar
su respuesta y no sabía bien cómo contestar en aquel momento.
Si conocía mejor la Biblia, le habría mostrado este texto
de Colosenses. ¿Y Por qué? En este texto, Pablo explica que Dios lo hizo
ministro del evangelio para el beneficio de todo tipo de hombre sin distinción.
Con el ministerio de Pablo y los apóstoles, la puerta de salvación se ha
abierto a todos que no son judíos, como los chinos, los mexicanos, los
japoneses, los europeos, o los africanos.
Esto era
importante, porque según lo que Pablo va a decir en capítulo 2 sobre la
circuncisión, los profetas falsos de Colosas probablemente insistían que era
necesario convertirse al judaísmo por la circuncisión y otras reglas judías
para ser un miembro completo. A causa de esta amenaza, lo que Pablo intenta
hacer es demostrar que era el ministro enviado específicamente a los gentiles, hastalos
colosenses. El hecho que Pablo era el apóstol a los gentiles, era la
demonstración de Dios que la puerta de la salvación está abierta a cualquier
tipo de persona sin distinción. No importa si eres judío, chino, gringo, o
mexicano. Solo importa si estas en Cristo Jesús por la fe verdadera. El
ministerio del apóstol Pablo es la señal que todos los gentiles tienen acceso
ahora a la esperanza de gloria.
Pero, supongo que muchos de ustedes no tienen esta duda. Ya
sabemos que el evangelio es para cualquier persona. Es bueno que sabemos esto,
pero tenemos que no olvidar que tan fuerte fue el choque de esto para
los judíos y los gentiles del primer siglo. Quiero reflejaren el choque para provocar
en nosotros más gratitud por nuestra salvación en Cristo. También, el
hecho que Cristo ha destruido la pared más grande entre las razas, debe unirnos
en Cristo. Si Cristo fue capaz de reunir los judíos y los gentiles a solo un
cuerpo, nosotros debemos estar unidos en amor. Porque, no existe un pretexto
legitimo para que no tengamos más comunidad y unidad como una iglesia si
estamos en Cristo y si él está en nosotros. A través de este texto, el Espíritu
Santo quiere darnos más gratitud por nuestra salvación sin méritos, y más
unidad en amor.
Por lo tanto, vamos a ver
primero el misterio del evangelio, segundo el ministro del
evangelio, y tercero la meta del ministro. El misterio, el ministro, y
su meta.
1) Primero, consideramos el
misterio del evangelio. (Les aviso que Este punto será más largo que los últimos,). En versículo 26-27
Pablo explica que “el misterio ha estado oculto desde los siglos y generaciones
pasadas, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso
dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre los
gentiles, que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria.”
¿Qué significa misterio? Normalmente
pensamos en algo que no tiene explicación o no se puede entender. Pero, esto no
es el uso de la palabra aquí. De hecho, Pablo dice que Dios dio a conocer a
sus santos este misterio. Además Pablo ruega en 2:2 que los colosenses alcancen
a un verdadero conocimiento del misterio de Dios. Entonces, no se
refiere a un misterio que no se puede entender. Otra definición de la palabra se
encuentra en versículo 26, la que es un asunto ocultado. El misterio, se
refiere al secreto histórico sobre como Dios iba cumplir con sus promesas en
Cristo. Después de la resurrección de Cristo y el ministerio de los apóstoles
este secreto fue hecho manifestado claramente. El misterio consiste en esto: Cristo
cumplió con las sombras del antiguo testamento y ahora los gentiles están
aceptados como miembros en el pacto de gracia, y aun considerados hijos de
Abraham según la fe. Si conociéramos el antiguo testamento más, sentiríamos
el fuerte choque de esta manifestación de gracia.
Les recuerdo
del contexto. Los judíos eran los hijos biológicos de Abraham, y miembros del
pacto de gracia con Dios. Todos los demás del mundo como los europeos, eran
gentiles. Los gentiles, no tenían derecho en la tierra prometida y Dios no les
había prometido nada directamente. Entonces, en el día de Pablo era un fuerte
choque para los judíos que los gentiles ahora están considerados miembros del
reino de Dios y recipientes de su gracia. Los judíos esperaban que Dios los
rescatara de las manos de los gentiles, por ejemplo los romanos. Y esperaban
que Dios reestableciera el reino de David otra vez por el Mesías. La esperanza
de la mayoría de los judíos no incluía la salvación de los gentiles. Al
contrario, el pacto de gracia no pertenecía a los gentiles, sino a los judíos.
Y los gentiles sabían esto muy bien. En un sentido correcto, antes de la
resurrección de Cristo los gentiles podían decir algo parecido a mi compañero chino,
“Yo soy un gentil, el judaísmo no es para gentiles.”
Para ilustrar este punto, escuchen a una historia del
evangelio según Mateo: “He aquí, una
mujer cananea (una mujer gentil), que había salido de aquel territorio, comenzó
a gritar, diciendo: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está
gravemente endemoniada. Pero Él no le respondió palabra. Y acercándose sus discípulos,
le rogaban, diciendo: Atiéndela, pues viene gritando tras nosotros. Y
respondiendo El, dijo: No he sido enviado sino a las ovejas pérdidas de la
casa de Israel. Pero acercándose ella, se postró ante El, diciendo: ¡Señor,
ayúdeme! Y El respondió y dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y
echárselo a los perrillos. Pero ella dijo: Sí, Señor; pero también los
perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces,
respondiendo Jesús, le dijo: Oh mujer, grande es tu fe; que te pase como
deseas. Y su hija quedó sana desde aquel momento” (15:21-28).
Ella se acercó a Jesús con el conocimiento que la gracia
no pertenecía a ella. No se presumía de la gracia de Jesús. Admitió que era
parte de los perrillos en comparación a los que eran parte del pacto de gracia
cuando dice. Le rogaba que Jesús le bendijera con las bendiciones extras del
pacto, las bendiciones que sobran como pedacitos de pan que caen de la mesa.
Hay muchos más pasajes así que clarifica este punto. Entonces,
no debe sorprendernos que los primeros cristianos de la raíz judía se quedaron asombrados
porque el don del Espíritu Santo fue derramado también sobre los gentiles. ¿Hermano,
te quedas asombrado cuando ves a un gentil arrepentirse y confiar en
Cristo?
Creo que no nos quedamos
asombrados así, porque ahora, hace tantos siglos de estar invitados a la mesa,
pensamos que todos nosotros merecemos un lugar en la mesa con los judíos. Estamos
tan familiarizados con la manifestación del misterio que nos hemos olvidado que
era un fuerte choque. Nosotros gentiles no éramos parte de su pacto de gracia,
pero en Cristo ya somos coherederos y miembros e invitados a la mesa. Pablo
dice en Gálatas 3:28 que ya “No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre;
no hay hombre ni mujer; porque todos son uno en Cristo Jesús. Y si son de
Cristo, entonces son descendencia de Abraham, herederos según la promesa.”
Debemos estar muy agradecidos a Dios que mediante Cristo
abrió las puertas del pacto de gracia para los gentiles. También, Cristo ha
cumplido con todas las reglas de la ley que eran vistas previas de su venida.
Es decir que Cristo ha traído la luz del evangelio que estaba más oculto en el
antiguo testamento. Ahora es más claro que somos salvos mediante la fe en
Cristo Jesús, y no por nuestras obras. Entonces, damos gloria a Dios que ha
manifestado este misterio a nosotros.
T: ¿Pero, como lo reveló a
nosotros? Este texto enseña que Dios reveló el misterio a nosotros gentiles principalmente
a través del ministerio del apóstol Pablo.
2) Llegamos al segundo punto,
el ministro del evangelio. Pablo empieza este pasaje con palabras extrañas. ¿Qué
dices Pablo? ¿Cómo completas lo que falta de las aflicciones de Cristo? Bueno, bueno,
¿que está diciendo? Por decir que el “está completando lo que falta de las
aflicciones de Cristo,” no significa que Cristo no termino de pagar por
nuestra salvación. Cuando Jesús dijo en la cruz, “consumado es” lo consumió en
total. Tenemos que ver, que en este texto, Pablo quiere demostrar que él fue
hecho ministro a los gentiles para cumplir la aplicación del sufrimiento
eficaz de Jesús. Se refiere a su obra misionera, no se refiere a
una obra de redención.
Entonces, el
fin de los sufrimientos de Pablo no fue la expiación de nuestros pecados, sino
el cumplimiento de la aplicación de los beneficios comprados por Cristo a los
gentiles, a través de llevar a cabo la palabra de Dios. Repito,
el fin de los sufrimientos de Pablo fue el cumplimiento de la aplicación de
los beneficios de Cristo a los gentiles, a través de su ministerio apostólico.
Espero
que quede muy claro que Pablo no
dice aquí que Cristo no cumplió todo lo necesario para salvarnos. Si hubiera
escrito esto, habría contradicho lo que apenas dijo en exaltar a Cristo como
nuestro redentor. Esta es la interpretación de los mayores cristianos. Por
ejemplo en las palabras de San Agustín del cuarto siglo, dice “Aunque cristianos
mueren para los hermanos, sin embargo no hay sangre de ningún mártir que esta
derramada para la remisión de los pecados. Para esta Cristo murió. Tampoco es
su muerte algo que imitamos, sino la base de nuestra gratitud.” ¿Se queda
claro?
Mientras Pablo escribió esta carta estaba encarcelado en
Roma. Ya había sufrido mucho por proclamar a Cristo a los gentiles. Cuando
habla de sus sufrimientos, no se refiere a los dolores de la vida que todo
humano experimenta, sino al sufrimiento para el beneficio del evangelio. También,
no se alegraba en sus sufrimientos porque fueron divertidos, no. Más bien, se
alegraba porque reconocía el gran privilegio que tenía. Él fue escogido como el
apóstol principal para predicar la palabra de Dios a los gentiles. Si recuerdan
de su conversión, cuando Pablo era de nombre Saulo era un perseguidor de los
cristianos. Y en camino a Damascos, Jesús se apareció a él en su gloria y le
dijo, “Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues? Yo soy Jesús el Nazareno, a quien
tu persigues.” Luego, Jesús le dijo, “Ve, porque te voy a enviar lejos, a
los gentiles.” El ministerio de Pablo fue la luz de Cristo llevado a los
gentiles; la señal que la puerta de salvación se había abierto a cualquier tipo de persona.
Pablo reconocía que era un portador, o mensajero,
llevando “las riquezas de la gloria del misterio entre los gentiles, que es
Cristo en ustedes, la esperanza de gloria.” Aunque estaba en cadenas tenía gozo
porque nadie puede encarcelar la palabra de Dios.
T: Es importante hermanos que
estemos muy agradecidos por lo que Dios ha hecho a través del ministerio de
Pablo y todos los que lo imitaron para que el evangelio fuera predicado a
nosotros gentiles. ¿Pero que efecto debe tener con nosotros?
3) Llegamos al último punto, la
meta de Pablo. Pablo dice que el gran propósito de su ministerio en
versículo 28, dice “a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en
Cristo. Este verso demuestra que Pablo veía su predicación como la
aplicación de la redención de Cristo, según lo que dijo en versículo 22, “Ahora
Él los ha reconciliado en su cuerpo de carne, mediante su muerte, a fin de
presentarlos santos, sin mancha e irreprensibles delante de Él. Es la misma meta de presentar a todo
hombre perfecto en Cristo, pero tienen diferentes papeles: Jesús murió para
la remisión de los pecados y para conseguir el poder de la santidad, y Pablo
nada más predicaba a Cristo, orando que el Espiritó santo aplicara los
beneficios de la muerte y resurrección de Cristo.
Creo que “perfecto en Cristo” es una buena traducción,
pero también lleva el significado de madurez: a fin de presentar a todo hombre
maduro en Cristo. Esto nos ayuda entender que la vida cristiana es un proceso
de crecimiento. La meta de Pablo esta dicha en el positivo y el negativo aquí.
Dice en 2:2 lo positivo, que lucha “para que sean alentados sus
corazones, y unidos en amor, alcancen todas las riquezas que proceden de una
plena seguridad de comprensión, resultando en un verdadero conocimiento del
misterio de Dios, es decir, de Cristo, en quien están escondidos todos los
tesoros de la sabiduría del
conocimiento.” Y siguiendo con lo negativo, “Esto lo digo para que nadie
los engañe con razonamientos persuasivos.”
Un arbolito recién plantado no se puede estar bien
arraigado porque sus raíces son pequeñas. Si viene un gran viento lo saca de la
tierra porque es un jovencito y no está arraigado. Pablo observaba el gran
viento de los profetas falsos que era una amenaza para la estabilidad de los
colosenses. Pablo sabía que necesitaban crecer hasta la madurez para estar bien
arraigados mientras el viento soplaba.
Por lo tanto Pablo explica como se ve una iglesia bien
arraigado en su fe. Dice, “alentados sus corazones, unidos en amor, con plena
seguridad de comprensión, y con un verdadero conocimiento del misterio de Dios.”
Ya hemos visto el conocimiento del misterio de Dios, y hemos visto el misterio
de Pablo para alentar nuestros corazones, entonces quiero enfocarnos en la
unidad en amor con plena seguridad de comprensión. La frase “unidos en
amor” se puede traducir mejor, “que estén entretejidos en amor.” Hermanos, la
unidad en amor nos hará más firmes en el viento del mundo porque nuestras raíces
estarán entretejidas para formarse como una estructura muy arraigada. Necesitamos
unos a otros para más estabilidad.
Hermanos, primero si eres un cristiano pero todavía no
eres miembro de esta iglesia, te animo que lo consideres. ¿Cómo podemos crecer
hasta la madurez de la unidad en amor, si no nos hemos comprometido unos a
otros como miembros del mismo cuerpo debajo la misma cabeza? Creo que la
membrecía es una obligación de Dios, pero como cualquier mandato, es para
nuestro bienestar. La vida cristiana no es como un jet privado hacia al cielo
para que descanses solito y a gusto. No, la vida cristiana es como una banda
de peregrinos o soldados esforzándonos juntos hacia la esperanza de la gloria.
Hay que ser miembro de una iglesia verdadera, hermanos.
Y segundo, mencioné
en el principio que, si Cristo fue capaz de reunir los judíos y los gentiles a
solo un cuerpo, nosotros debemos estar unidos en amor.
En Cristo no existe un
pretexto legítimo para que no tengamos más comunidad y unidad como una iglesia si
estamos en Cristo y si él está en nosotros. Entonces, no importa si eres
una persona tímida o habladora, no
importan nuestras preferencias personales, ni importan nuestros partidos políticos.
Lo que importa es Cristo y su evangelio. Nos unimos alrededor de Él y
para El.
También, es
bueno que nos congregamos todo domingo aquí, pero esto no es suficiente. En
Hebreos 3:13 la palabra de Dios dice, “Antes exhórtense los unos a los otros
cada día, mientras todavía se dice: Hoy; no sea que alguno de ustedes sea
endurecido por el engaño del pecado.” Y otra vez “Mantengamos firme la
profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que prometió; y
consideremos como estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, no
dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos
unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca” (10:23-25).
La unidad en amor se debe manifestar diario en la vida de
esta iglesia. Entiendo que manejamos desde lejos para llegar pero tenemos
teléfonos aún mejor podemos planear más eventos para convivir. Hermanos, esta
meta de Pablo debe ser una meta para nosotros hasta que Cristo venga.
En
conclusión, hay que abundar en la gratitud y la unidad en
amor porque Cristo ha abierto las puertas para nosotros gentiles. El choque es
que ahora nosotros somos coherederos de la esperanza de gloria con los antiguos
santos judíos. Este fue la revelación del misterio de Dios. Gracias a
Dios también por el ministro a los gentiles, Pablo el apóstol, y por todos
los demás que Dios ha usado para llevar el evangelio a nosotros aquí. También, mientras
el viento sopla tenemos que arraigarnos en nuestra fe, especialmente con la
unidad en amor. Pablo sufría y luchaba muchísimo para llevar a cabo esta
meta entre los colosenses. Hermanos, el mismo poder que obraba
poderosamente en Pablo ahora obra poderosamente en nosotros. Hay que
esforzarnos más con este fin de unidad en amor.